La Corte Suprema bajo sospecha
Hasta hace menos de una semana era un secreto
a voces en los ámbitos tribunalicios, un murmullo
intenso que cobraba fuerza cuando Magistrados de distintos grados y fueros se
encargaban de difundirlo, pero, comenzó a adquirir niveles escandalosos, cuando
el Ministerio Público anunció el hallazgo de archivos informáticos que hacían
referencia a la existencia de un mecanismo corrupto destinado a lograr
resoluciones judiciales favorables en la misma Corte Suprema de Justicia.-
La computadora asignada por el Poder Juncial
al camarista Delio Vera Navarro, secuestrada con motivo de la investigación que
se lleva a cabo – desde hace aproximadamente tres años – por la elaboración de
una resolución judicial presuntamente falsificada para lograr la libertad de un
procesado preso, fue sometida a pericia, y arrojó como resultado el hallazgo de
un “memorándum” que reproducía la versión conocida por todos: Ministros de la Corte Suprema de Justicia que
reciben sobornos por sus resoluciones.-
La revelación este hecho, de carácter
extremadamente grave, se vio opacada por otros escándalos que atrajeron la
atención de la opinión pública, tales como la bochornosa conducta del Diputado
Carlos Portillo y la “venta” de calificaciones a los alumnos de la Facultad de
Derecho de la Universidad Católica.-
Pero, la verdad es que ninguno de estos
hechos tiene las dimensiones necesarias, siquiera, para compararse con el
descubrimiento del archivo informático en la computadora del ex presidente de
la Asociación de Magistrados Judiciales del Paraguay.
Sin embargo, las reacciones, las críticas y
las voces de protesta no se han dejado escuchar en niveles de correspondencia
con la gravedad del hecho.-
Tampoco en la Corte Suprema de Justicia se
registró ningún tipo de reacción, más allá del comunicado emitido por uno de
sus miembros salpicados por el escándalo, el Dr. Miguel Oscar Bajac.-
Ninguno de los involucrados, desde el
Camarista Delio Vera Navarro, hasta los Ministros de la Corte, salpicados por
el “affaire”, han puesto a disposición sus cargos para someterse a una
exhaustiva investigación, ni el Parlamento o el Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados han emitido señales respecto a la posibilidad de iniciar Juicios
Políticos para separar del cargo a los sospechados.-
Todo sigue igual, pareciera que, tanto
involucrados, como órganos de control, no dan al asunto la importancia que
merece, y que la ausencia de reacción es el fruto de no nos encontramos ante
algo nuevo, una especie de que esto “…se
sabía luego…”.-
Sabido o no, lo que marca hoy la diferencia
es que se han encontrado indicios de que aquello que antes se decía, tiene
algún viso de realidad. La deteriorada imagen de nuestro sistema judicial
reclama respuestas adecuadas y enérgicas, de la sociedad y de sus autoridades.-
No podemos darnos el lujo de seguir teniendo
la pesada carga de someter nuestros conflictos jurídicos al juzgamiento de una
Corte Suprema bajo sospecha.-
jorge ruben vaconsellos
abogado