#QueLaGenteDecida
Un repentino y virulento ataque de
“democratitis” padecen ciertos sectores de la dirigencia política paraguaya,
que pretende someter a votación popular una enmienda Constitucional mal
concebida e ilícitamente tramitada.-
Pareciera que el objetivo de someter a
referéndum la enmienda que habilita la reelección del Presidente de la
República y Gobernadores, y autoriza candidaturas alternativas, múltiples o
como quiera llamarse a la disposición que convierte en candidato a Senador al
postulante presidencial derrotado en las elecciones, es vigorizar la
participación popular en la decisión de las cuestiones de Estado y fortalecer
el sistema republicano.-
Sin embargo, la realidad que se esconde por
debajo de las apariencias es muy distinta.-
Las razones expuestas desde el principio, para
justificar la modificación de la Constitución Nacional han sido vergonzosamente
escondidas por sus proponentes y propulsores, quienes han ensayado todo tipo de
discursos para disfrazar sus verdaderas intenciones.-
La verdad sea dicha, la enmienda tiene nombres
y apellidos. Ha sido concebida, redactada e impulsada para la satisfacción de
proyectos políticos personales, y nada más.-
Nos han dicho que la reelección era una
Institución Democrática y Republicana en todos los países de la región,
incluyendo a los Estados Unidos de América, pero han evitado mencionar que en
aquellos países la duración del mandato presidencial es nada más que de cuatro
años. Evitaron también discutir sobre la experiencia histórica, nuestra propia
experiencia, que mediante reformas y enmiendas nos ha legado el dudoso
privilegio de haber soportado un Gobierno seis veces reelecto, que solo conoció
su ocaso mediante el estruendo de las armas.-
Nada han dicho tampoco de para justificar, o siquiera
explicar la pretensión de instalar un sistema que permita a quien se postule a
la Presidencia de la República y fracase en su intento, sea merecedor de un
“premio consuelo” otorgándosele un cargo en el Senado.-
Se pretende modificar el esquema fundamental
del sistema presidencialista, otorgándole mayores privilegios, sin
contrapartida, excepto la renuncia al cargo con seis meses de anticipación,
algo insólito en las demás constituciones de la región. Nada han dicho al
respecto, aunque en algún momento se ha dicho, que se trata de una condición
impuesta por sectores políticos “distintos” al Gobierno, afines al proyecto.-
Así las cosas, con poca información y nulo
debate, la propaganda de los “reformistas” se sustenta en el lema #QueLaGenteDecida,
que no es otra cosa que un argumento falaz, como muchos otros que pretenden
disfrazar la verdadera esencia de vergonzosos proyectos.-
En fecha 10 de Julio de 1940 el entonces
Presidente de la República José Félix Estigarribia, dictó el Decreto Ley N° 2.242, “Por el cual promulga la nueva Constitución
Nacional” que dispone: “…Artículo
1°.- Desde esta fecha entra en vigencia presente Constitución, en substitución
de la Carta Política de 1870;… Artículo 2°.- Someto la presente Constitución al
veredicto del pueblo, a cuyo efecto convoco a todos los ciudadanos a
plebiscito, que se realizará el 4 de agosto próximo venidero, de acuerdo con
las leyes electorales vigentes ya la reglamentación que se irá oportunamente…”
(textual).-
Estigarribia, violando las disposiciones de la
Constitución de 1870 (Art. 123 y sigtes.), que contemplaban los mecanismos que
debían cumplirse para su modificación, también decretó #QueLaGenteDecida.-
La “gente” decidió por el sí, aceptando la
nueva Constitución (Carta Política) redactada a la medida de Estigarribia, y lo
que sucedió después, es por todos sabido: El legado “constitucional” de
Estigarribia, que sobrevivió a su trágica muerte el 7 de setiembre de 1949,
nada aportó al fortalecimiento de las Instituciones Republicanas, por el contrario,
representó un retroceso, impactando decididamente en el azaroso rumbo de
nuestra historia política nacional.-
Hoy, los impulsores de la enmienda proclaman el
derecho, nuestro derecho a decidir, pero la verdad es otra. Por debajo de ella
se esconden proyectos e intereses políticos personales y sectoriales, pero
fundamentalmente el propósito es que el electorado legitime los atropellos,
ilegalidades e ilicitudes registrados durante el proceso parlamentario seguido
para su aprobación.-
Quieren #QueLaGenteDecida
si la sociedad acepta convertirse en cómplice de la bastarda modificación
del Reglamento Interno de la Cámara de Senadores, ilegalmente adoptada para
cercenar el respeto a la voluntad de las minorías.-
Quieren #QueLaGenteDecida si la ciudadanía acepta convertirse
en cómplice de la ilegal “Sesión” de la Cámara de Senadores, en la que – sin
convocatoria previa – veinticinco Senadores proclamaron la aprobación del
proyecto.-
Quieren #QueLaGenteDecida la enmienda
constitucional, pero no quieren que esa misma gente decida otros asuntos de
interés de la sociedad.-
A los mismos que proclaman a cuatro vientos #QueLaGenteDecida, debiéramos preguntar: ¿Acaso no
tenemos – también – derecho a decidir el aumento de tarifas del servicio de
energía eléctrica; el aumento de la presión tributaria; el constante
crecimiento de la deuda pública; la eliminación de las autoritarias Barreras
Policiales; la designación del próximo Fiscal General del Estado, o la
Sentencia que corresponde a los represores y asesinos del 31 de marzo y 1 de
abril pasado?.-
No necesitan hacerlo, sabemos la respuesta.
Porque sabemos que buscan legitimar la ilegalidad de sus procedimientos, y
tenemos muy claro que lo único que pretenden es engañarnos cuando proclaman #QueLaGenteDecida
Jorge
Ruben Vasconsellos